Están hechas íntegramente a mano. Son de madera (unos 25 cm. de alto). Tienen CADA detalle. Cada uno. Son la cosita más linda del mundo. Tan, pero tan lindas que se merecen una movida estratégica para justificar la compra.

Les damos un ejemplo

Padre: Mirá lo que le compré al nene!
Madre:... ay, pero qué linda ¿a ver?
Niño: ¿qué es? ¿qué es? quiero ver, quiero ver!

Padre: es una guitarra eléctrica en miniatura, Robertito
Madre:... la verdad que es preciosa, che ¿cuánto te costó?
Niño: ... quiero ver, quiero ver, quiero ver...!

Padre:... es una joyita, cada detalle...
Madre: ¿cuánto salió?
Niño: ¡a ver! ¡a ver! dame, dameeeee....

Padre:... lo que me preocupa es que tiene piezas muy chiquitas, tengo miedo de que el nene se trague alguna...
Madre:... tiene ocho años, ya no se mete cosas...
Niño:... ¡pero me van a dejar ver o qué?!

Padre: también era grande para el maní de la nariz...
Madre:... y terminamos en la salita... sí, tenés razón
Niño: ¿es una guitarra?

Padre: no lo hagamos quemar etapas, mejor me la quedo yo
Madre: ...
Niño: Uuuuh... está buenísima... ¿a ver?

Padre: la tocás y te corto los dedos, Robertito


Esta es una de las situaciones que puede generar para hacerse de una de nuestras hermosas guitarras hechas íntegramente a mano. De madera (unos 25 cm. de alto). Con CADA detalle. Cada uno.
Son la cosita más linda del mundo ¿ya lo dijimos? No importa, el público se renueva.